(Diario Publimetro Junio 2009)
* Pataleta de adolescente o crisis vocacional.
* Es muy difícil la carrera o ganará menos.
* Esta crisis comienza cuando se empieza a estudiar. A la edad de 17 y 18 años es difícil saber lo que se quiere en la vida, es necesario informarse antes de decidir que estudiar, opina el psicólogo Federico Viertel: “Antes de entrar a la Universidad hay que preocuparse de dos cosas:
1.Reunir los antecedentes acerca de la carrera que nos interesa, estudiar la malla curricular, ave riguar el campo laboral, comparándolo con las expectativas personales y contactarse con estudiantes que vayan en Tercer, Cuarto o Quinto Año que nos puedan contar sus experiencias.
Debes asegurase de que la institución a la que va a entrar es seria y que me va a presentar la carrera tal cual es durante el primer año, así no me voy a encontrar en tercer o cuarto año con lo que lo que elegí no era lo que pensaba.
2. Cada caso es particular, debes saber que expectativas tiene uno y que es lo que
ofrece la Universidad o Instituto, y éstas deben ser responsables”.
Hay que distinguir la diferencia entre la Vocación y el sentir que la Institución no te da lo que esperabas.
Existen test vocacionales, los que pueden determinar un perfil de competencias y habilidades.
Antes de retirar se de una carrera hay que tener claro si lo que se quiere es cambiarse dentro de la universidad o emigrar definitivamente. En el primer caso hay que averiguar en la Dirección de Asuntos Estudiantiles respectiva si es que es posible el traslado y cuáles son los plazos y requisitos que se exigen. Si el cambio es entre carreras de la misma área, es probable que algunos ramos puedan convalida. Para cambiarse de institución, lo más sencillo es dar la PSU de nuevo. En algunos casos también existe la posibilidad de convalidar ramos. Lamentablemente si se hace una búsqueda encontraremos enumerados casos de personas con cambios abruptos de carreras universitarias Ej: una persona que está en segundo año de “Derecho” le interesa ahora “Fonoaudiología”, de “Literatura” se cambian a “Ingeniería Civil Industrial”, “Arquitectura” a “Periodista e Historiadora” , etc. Es tal la incertidumbre de los alumnos, que seguramente no reflexionan, no investigan sus motivaciones, es de importancia que se cuestionen antes de entrar a una carrera Universitaria, ya que, también ocupa el cupo de alguien que realmente está interesado y por el número de matriculados no logó postular, o percibiéndolo del punto de vista económico también es bastante caro por que es un año más el que se agrega, ya no serían cinco, si no seis y esperando que en cada semestre tenga óptimos resultados.
“La tasa de deserción al término del primer año es de un 20,5% promedio”. Diario Publimetro junio 2009 (1). De acuerdo a esta estadística, casi un tercio de la juventud Chilena no está segura al momento de elegir una carrera profesional, pues se cambia generalmente después del primer semestre.
Debemos orientar al alumno a elegir o reconocer su “llamado”. Hay que tener en cuenta sus ganas, opinión acerca de lo que esperaba, si se le hizo difícil, etc. Son varias
cosas que debemos estar atentas/os para que el estudiante pueda estar seguro de su decisión, y si en realidad no era lo que esperaba, debe congelar después de un semestre o el segundo.
Para evitar los cambios de carrera podemos ayudarnos realizando test vocacionales, buscar ayuda en psicólogos y/o orientadores, además de conversaciones con alumnos que ya estén estudiando la carrera, para que éstos nos traspasen sus experiencias. Me parece necesario que los padres y apoderados, junto con el establecimiento, se puedan, en conjunto, con los alumnos, asistir a charlas y también a poder realizar visitas a Universidades, Institutos; en lo posible, desde Segundo Año de Enseñanza Media, para que ya exista una búsqueda y cuestionamiento acerca de lo que se va a desempeñar al egresar de sus estudios medios, cuáles son sus intereses y habilidades. Es fundamental también que analicen las mallas curriculares, que investiguen de qué tratan los ramos y/o asignaturas, es necesario invertir tiempo para que esta decisión tan importante, se tome con total seguridad. También hay que mencionar el alto costo de una carrera universitaria (1.200.000 aprox.), lo cual es un monto importante para cualquier familia promedio. Con esto quiero señalar, que la decisión, aunque personal, no sólo afecta al estudiante, sino que también a su familia y al entorno.
“El proceso a través del cual un joven elige una profesión es altamente complejo e involucra variables de muy diversa naturaleza, personales y ambientales. Es en la adolescencia el momento en que comúnmente se debe tomar esta trascendental decisión”. (3)
Una vocación refleja una tendencia psicosocial a preferir cierto tipo de actividades potencialmente laborales, que son compatibles con la forma de ser de cada persona. Vista de esta manera, la vocación tiene propiedades distintivas de un rasgo de personalidad, de una actitud social y de una forma de trabajo.
* Nicolás Tavella al definir vocación como “el conjunto de contenidos mentales y acciones generadas en el individuo por el conocimiento que ha alcanzado acerca de la actividad social que satisface en mayor grado sus necesidades y satisfacciones personales”. (4)
Es vital es conocerse a sí mismo y madurar para encontrar lo que es la vocación. “La mayor sabiduría consiste en conocerse así mismo”. Galileo Galilei (5)
* Podemos tener gustos o afición por muchas cosas y habilidad para otras tantas, pero sin duda la vocación es lo que nos mueve y nos hace dejar todo el resto, es decir, sin vocación seriamos personas sin desorientadas, no nos conmovería nada de nuestras acciones, en palabras sencillas estaríamos vacíos .
* La elección de la carrera, que a la larga es la profesión que ejerceremos durante nuestra vida, no es una elección fácil. Esta debe entregarnos una realimentación de las motivaciones y la autoestima, basado en la satisfacción que nos produce realizarla, Sin embrago, en muchas ocasiones nos dejamos llevar por la moda o los padres y la elección que tomamos no es la correcta, y llegada la adultez miramos para atrás tal vez preguntándonos si nuestras decisiones vocacionales hubieran sido distintas de haber sido tomadas en otra edad, quizás un poco más madura.
La frustración que un individuo puede llegar a sentir por no haber seguido su verdadera vocación es enorme. Por tanto, saber encontrarla compromete lo más íntimo de cada uno, de sus pasiones y habilidades, las que a la larga harán la diferencia a la hora de alcanzar la felicidad.
Todos los seres humanos somos diferentes y únicos, y por tanto, nuestros gustos y habilidades son también distintos. Desde que nacemos, demostramos tener ciertas destrezas y aptitudes para algunas actividades, y para otras no tanto. Algunas nos parecen entretenidas y otras más aburridas.
Una aptitud es el grado de competencia que tiene una persona frente a un objetivo determinado, es decir, la capacidad que tenemos para realizar una tarea de manera satisfactoria.
Todos tenemos aptitudes y habilidades diferentes. El saber para “qué eres bueno” o que cosas son las que haces mejor, requiere un proceso de autoconocimiento previo, que te permita identificar de manera clara, cuáles son aquellas habilidades innatas, es decir aquellas que son más inherentes a ti, que traes desde que naces, y que empiezan a destacarse desde etapas tempranas, y cuáles son aquellas que has ido desarrollando a medida que vas creciendo y en la medida que te lo propones. Este proceso de autoanálisis, probablemente te demandará un tiempo, y en ocasiones, la ayuda de tus cercanos, por lo que te invitamos a comenzarlo ahora.
Las habilidades innatas son herramientas a las que uno apela con mayor frecuencia, y en distintos contextos, ya que nos proporcionan un mayor nivel de confianza. En este sentido, si nos enfrentamos, por ejemplo, a una situación que nos provoque un alto grado de estrés, seguramente echaremos mano de nuestras habilidades innatas para salir airosos.
Es importante tener claro que las habilidades no siempre coinciden con nuestros intereses, y que, en ocasiones, ambos conceptos son fáciles de confundir. A menudo, tendemos a pensar que el hecho de obtener buenos resultados en cierta actividad, significa que tenemos un alto interés en ella. Esto no es siempre así, ya que aun cuando el ser humano se siente atraído con mayor frecuencia hacia aquello que hace bien, la facilidad con que nos desenvolvemos en un área determinada no necesariamente coincide con aquellos ámbitos o actividades que despiertan nuestro mayor interés. En otras palabras, las aptitudes y los intereses, no son siempre convergentes.
Como mencionábamos anteriormente, las aptitudes se relacionan con la habilidad que tiene o desarrolla una persona para realizar ciertas actividades. A continuación, te invitamos a responder algunas preguntas que pueden ayudarte a identificar aquellos factores personales (autoconfianza, autoeficacia, liderazgo, autonomía, etc.) relacionados con aquellas situaciones y actividades para las que tienes mayor habilidad.
2. ¿Qué tipo de actividades soy capaz de realizar sin requerir la ayuda de otros? (Autonomía)
3. ¿En qué actividades me siento capaz de encontrar las soluciones eficaces y realizar propuestas creativas en relación a ellas? (Intuición)
4. ¿En qué situaciones me es fácil asumir el liderazgo y orientar los esfuerzos conjuntos hacia el logro de ciertas metas? (Liderazgo)
5. ¿En qué tipo de actividades siento que puedo ir desarrollando mayores destrezas, sin la guía de un tercero? (Autodidacta)
6. ¿Qué tipo de actividades me hacen sentir seguro(a) de mi desempeño? (Seguridad)
7. ¿En qué tipo de actividades siento la iniciativa de participar, y de hacer las cosas de manera correcta? (Autoeficacia y proactividad)
Tener una imagen clara de sí mismo, implica identificar aquellas acciones que te hacen sentir confiado, autoeficaz, autónomo, líder, autodidacta, intuitivo, proactivo y seguro.
Si logras reconocerlas, ya diste el primer paso. Te invitamos, ahora, a identificar qué habilidades o destrezas activas cuando realizas una u otra acción. Recuerda que hay aptitudes generales y específicas, y si bien en nuestra vida cotidiana, generalmente ponemos en práctica la mayoría de ellas, tu opción profesional debería permitirte desplegar las mejores. Existen diversos análisis y propuestas conceptuales sobre las habilidades del ser humano que engloban tanto las generales como las específicas.
• Intelectuales (lógico-matemáticas): Son aquellas habilidades involucradas en el análisis, la síntesis y retención de información, por ejemplo, la resolución de problemas lógicos.
Respecto de las habilidades más específicas, es importante que logres identificar:
1. Qué tipo de razonamiento te es más fácil utilizar: lógico (causa-consecuencia), numérico, deductivo, inductivo, verbal, crítico, espacial, analítico, abstracto, creativo, etc.
2. Qué tipo de actividades te hacen sentir más cómodo(a): aquellas que requieren un alto grado de atención y concentración, las que exigen memorización de grandes volúmenes de información, o aquellas más prácticas.
3. Reconocer si tu fortaleza está en las destrezas manuales, las actividades donde se ponen en juego la creatividad y originalidad, o si tienes una mayor capacidad para analizar, sistematizar y recopilar información.
4. Y por último, cuál es el rol que prefieres en el diseño y ejecución de una actividad: si te atrae liderar, guiar o supervisar grupos para la consecución de objetivos, o prefieres realizar tareas asignadas por otros.
Te invitamos a comenzar este proceso de autoanálisis, que te será muy útil en el proceso de elección profesional.
Alejandra San Juan
Psicóloga
http://blog.preunab.cl/%C2%BFcuales-son-mis-aptitudes,martes30/06/2009, 18:59 (6)
“La verdadera educación consiste en obtener lo mejor de uno mismo”. Mahatma Gandhi. (7). Es necesario que nosotros como futuros docentes tengamos presente este objetivo en nuestra enseñanza, primero que nuestros alumnos se conozcan así mismos para que el resultado sea el mejor, es decir, alcance un desarrollo optimo.
RUBRICAS/PUNTOS 1-2-3-4-5
1. Presento un texto que trata los temas desde una perspectiva educativa y es de mucho interés. (esto por que todos mis compañeros y compañeras están invitados a leer mis textos y comentarios). Puntos: 4
2. Presento un texto que tiene una extensión mínima de al menos el equivalente en Word a 3 hojas de oficio. (el máximo no está regulado) Puntos: 5
3. La presentación la he realizado de tal manera que sea de fácil lectura (respecto al color, tamaño y diseño de la letra) y se puede distinguir con claridad, en la presentación, el texto de mi análisis. Puntos: 5
4. Le he incorporado al texto algunos gráficos o dibujos o fotografías alusivas al tema tratado, pues considero que esto invita a una lectura más amena y denota más interés por parte del o la autora del blog (y he incorporado mi propia fotografía)Puntos: 4
5. Inicio mi análisis planteando como yo entiendo lo desarrollado por el autor (parafraseo Punto:3
6. Durante el análisis planteo con claridad mis planteamientos, críticas, puntos concordantes o discordantes con el autor/a. Punto: 3
7. Durante el análisis utilizo frecuentemente el recurso “citas de otros autores” para reforzar lo que he planteado yo, o algún punto que considero importante tratado por el autor del texto. Punto: 4
8. Las citas que utilizo son de diversas fuentes, tales como, otros autores buscados por mi, autores o ideas tratadas en clases, citas de presentaciones o disertaciones de mis compañeros, citas de artículos anteriores, etc. Puntos: 3
9. Realizo en mi análisis aplicaciones o referencias a nuestra realidad educativa si es un texto extranjero, o a realidades educativas que yo he vivenciado para explicar con un sentido contextual el texto presentado. Puntos: 3
10. En el último punto del análisis presento una síntesis de lo que he querido expresar, a modo de conclusión. Puntos: 4
Suma parcial de puntos de cada columna: 38
Mi suma total de puntos, según la suma parcial anterior, es de ptos: 38
Nota de mi autoevaluacion:5,3
Nota final:5,3
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